Hoy soy más egoísta que nunca. Hoy no solo me voy a regocijar en mi
propio sufrimiento. No, eso ya no me basta.
Hoy lo comparto y te hago
cómplice, lector.

lunes, 5 de marzo de 2012

PANTUFLONES

A las 0350 am me despierto con el aullido de una barra de borrachos gritando bajo el balcón… y el ladrido de HOMEERO, obviamente -es que no le caen bien los borrachos-. Voy a buscarlo para traerlo de vuelta de la cama y fue ahí cuando lo vi: uno de mis pantuflones en estado de coma a la espera de que le un feliz y lo tire a la basura, mi pantufón cían -el último, el que me sacaron de la vidriera- destrozado. Estaba vez es definitivo: no vuelve a entrar a mi habitación. A las 0417 HOMEERO logra abrir la puerta -¿por que mierda es tan alto, tan fuerte?- y sale corriendo tras que le revoleo el pantuflón roto… para qué entienda porque no vuelve a entrar en lo que le dure la vida.