Alguna vez le dedique el día a un águila, de mas estar decir que conozco sus idas y venidas, sus mentiras y promesas vacías. Pero voy a hacer borrón y cuenta nueva: este ESCORPIO no es el mismo que conocí alguna vez.
Mientras me preparaba en la teoría me preguntaba si valía la pena un hombre que siempre tiene que tener la razón, que es celoso y exigente, al que hay que estar sorprendiendo a todo momento para que no se aburra y de repente se me prendió la lamparita y algo de todo lo que leí sobre este signo salió a la luz: orgullo (propio no del otro). Así que tache un punto de mi lista y me encontré hablando de mi trabajo (de mi supuesto trabajo porque si estaría trabajando no estaría haciendo esto) y él pareció impresionarse (si, él y todo ser humano en el planeta que no tenga nada que ver con ello).
¿En cuanto a los otros puntos? Estoy trabajando en eso porque esta vez la sorprendida soy yo y si hoy me duele algo no es por las peripecias del águila en la cama por lo que tengo que olvidarme de él hasta que de señales de vida porque tal y como dicen los astros "si le interesas, te vas a dar cuenta". Y yo, que no me doy cuenta de nada, ¿debo suponer entonces que no le intereso?
Mejor, antes de sacar alguna conclusión errada, voy a poner mas tiempo entre nosotros y "hacerme la misteriosa" como por ahí también decía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario