Hoy soy más egoísta que nunca. Hoy no solo me voy a regocijar en mi
propio sufrimiento. No, eso ya no me basta.
Hoy lo comparto y te hago
cómplice, lector.

domingo, 18 de abril de 2010

La enfermedad de las ranas

No me refiero a alguna gripe nueva que este por ponerse de moda, así que no busquen por Internet o en los noticieros porque este no es un blog medico. Les voy a hablar de una enfermedad que acosa al mundo desde los tiempos más remotos esperando a un eslabón débil.

Justamente, el eslabón débil de mi cadena familiar soy yo. Si, si. Esta chica buena reconoce haber caído sólo porque la carne tira.

¿Sabían que hay espeses de ranas que, dependiendo del faltante entre machos o hembras, pueden cambiar su sexo? No son pocos los animales que han caído ante “La enfermedad de las ranas”, entonces me pregunto porque la especie humana debería se la excepción. Pues no señores, no lo somos y soy la prueba viviente.


¿Por qué frenar el deseo? ¿Por qué juzgar a quienes no lo frenan? ¿Por qué no vivirlo con total naturalidad si el cuerpo fue creado para el roce?

2 comentarios:

Un Boludo Importante dijo...

Acaso cambiaste de sexo?
ahora vamos a tener q leer el blog del "chico bueno"?

Anónimo dijo...

jajjaj no, todavía no!