Hoy soy más egoísta que nunca. Hoy no solo me voy a regocijar en mi
propio sufrimiento. No, eso ya no me basta.
Hoy lo comparto y te hago
cómplice, lector.

viernes, 30 de octubre de 2009

HECETE LA PELICULA

Cuando, por fin, todo estaba perfecto en tu vida y habías logrado hacerle entender a tus viejos que hoy en día la gente se casa por amor a la edad que se le de la gana y que no necesitas de nadie que te mantenga (porque lo podes hacer solita) y conseguís el trabajo de tus sueños aparece, de la nada, un idiota.

Pero este no es un idiota normal, ni siquiera es un idiota lindo… es el idiota de tu jefe. Para colmo, el idiota, no se da cuenta que es un idiota, se cree que es “copado” y no un copado normal ni un copado con onda, se cree que es tu amigo.

Asíque, no solo cargas con que tu viejo te quiera ver bien casada sino que también te tenes que bancar, en tu lugar de trabajo, al idiota que te quiere ver hecha y derecha y no le parece muy bonito que salgas con ese chico tan bonito que conociste en el mercado. (¿Cómo se fue a enterar el idiota de tu jefe eso? Yo no tengo idea, pero lo sabe).

Ahora hablemos del chico del mercado: es un poco mas chico que vos y/o todavía no terminó la facu y anda haciendo algunas changuitas. La verdad no te importa mucho, le entras como el chancho a la batata y poco escuchas lo que te dicen, el ladronzuelo te robo el aliento y no quieres recuperarlo.

Entonces, ¿qué haces?
Yo que vos cambio de trabajo. Si, ya se lo difícil que está el tema… asíque, seguí bancándote al idiota y miremos una vez más a Aladdin para ver como una verdadera princesa manda al demonio todo por el chico del mercado.

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