Hoy soy más egoísta que nunca. Hoy no solo me voy a regocijar en mi
propio sufrimiento. No, eso ya no me basta.
Hoy lo comparto y te hago
cómplice, lector.

domingo, 25 de octubre de 2009

PANTALONES Y VESTIDOS

No me voy a gastar hablando de lo imposible que es hablar con peces y gaviotas, porque si no debería volver al principio de todo esto y hablar de lo imposible que es hacer que una lechuza se ponga una capa, conejos botas y que demás animalitos nos limpien la casa (por experiencia propia ensucian mas todavía) así que voy a saltar a lo importante suponiendo que en un mundo muy diferente al mío daría lo que fuera por tener piernas.

Y antes de criticarla… ¡A ver, intentemos hacer lo que LA SIRENITA hizo en solo 3 días! Enfrentó a su padre, salvó y enamoró al príncipe, desafió a un pulpo gigante y le ganó, y se casó con el príncipe… Sisi, ¡todo eso en 3 días y muda!

Con ninguna otra princesa de Disney me he sentido mas identificada que con Ariel. Es la primera princesa de Disney a la que le dan el valor y la voluntad para pelear por lo que quiere y solo la dejan cantar SOLO la mitad de la película. Me es muy difícil buscarle un error porque, ¿no es lo que hoy por hoy vivimos todas? Acepto que no somos peces, pero si vivimos en un mundo lleno de pescados.

Ahora que se viene el veranito, las diferencias se vuelven más notorias: pantalones y vestidos. ¡Nuestras piernas se vuelven el centro del mundo! Y el precio a pagar para que se vean perfectas es grande (y de eso solo nosotras sabemos). Si estoy pecando de vanidosa, díganmelo... pero ya a mi caña ya le puse anzuelo.

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