Hoy soy más egoísta que nunca. Hoy no solo me voy a regocijar en mi
propio sufrimiento. No, eso ya no me basta.
Hoy lo comparto y te hago
cómplice, lector.

miércoles, 13 de julio de 2011

El momento en el que el hijo de puta de tu ex te manda un mail

Spam, eliminar. Horoscopo diario, leer. Mails de tu chico, guardar. Cadenas y mails pelotudos que te mandan tus amigos, seleccionar -seguro alguno habla del nuevo fin del mundo y quiero estar informada-. Mail de tu ex... no solo tu ex, sino "TU EX", así, con mayúsculas y negrita.

Pensas que es alguna cadena pelotuda, un automensaje de esas redes sociales nuevas que se tienen que dar a conocer y que apretando "aceptar" se envían a todos tus contactos, un virus quizás... pero el mensaje tiene titulo. Intentas descifrar que hay dentro sin abrirlo, quizás un mensaje grupal donde explica a "mucha gente" que le robaron el cel -y vos que hacer por lo menos 6 años que no tenes ni el anterior te entra a duda de porque te lo mando-, quizás, quizás, quizás... mil y una teorías mas, todas y cada una sin sentido.
"Ya fue, lo borro" sería el pensamiento inteligente... "Ya fue, lo abro", pensas vos (yo).
Y no hubo teoría loca que me preparara a leer y darme cuenta que si era un mensaje para mi, que si me estaba pasando su nuevo numero a mi -con la excusa de que se lo pase a una amiga mía que trabajaba con él-, que si quería saber de mi vida y me incitaba a responder prendiendo la llama de ego, esa que dice "me va mejor sin vos"... así que le contesté.



-Aclaremos que en este punto no hay en juego sentimientos, sino dignidad. ¡Si, dignidad! La de mostrarle a ese que tan mal me hizo que soy mejor gracias a que no estoy con él, ¡gracias a que el muy hijo de puta me dejo! En fin, ese tipo de dignidad.-

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