Hoy soy más egoísta que nunca. Hoy no solo me voy a regocijar en mi
propio sufrimiento. No, eso ya no me basta.
Hoy lo comparto y te hago
cómplice, lector.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Chica Pacman

¿Se acuerdan de ese jueguito que salió en los ochenta? El Pacman. Poco después también salió en femenino (lo descubrí en uno de los capítulos de Friends porque era el segundo juego preferido de Mónica, el primero era una maquina dispensadora). Mantengan la maquinita en mente mientras me leen.

Tengo una amiga que se llama... bha, qué más da, soy yo... comer un poco de cada sabor de helado no está mal, el problema es cuando los otros sabores se sienten engañados porque a vos te gusta más otro sabor... no, no es buena idea comparar hombres con helado, así que dejemoslo ahí. El problema de que te guste más un chico que otro, es que los chicos hablan entre si y mas si son del mismo "ámbito", si, da igual que te acuestes con todo un equipo de fútbol o... da igual. Aunque juren que no van a decir una palabra de lo que hicieron esa noche que llovía y los demás los dejaron plantados en la casa de él, créeme, va a hablar... es un tipo, no tiene la culpa de creerse que es mas macho por contar sus aventuras, ¿o vos no haces lo mismo?

Ahora, supone que quieres salir con un chico de... de otro equipo de fútbol. Se supone que no es amigo de los chicos del equipo contrario -con los que ya estuviste- pero no te das cuenta que al final... ¡SON TODOS HELADOS! No no, quise decir hombres. Y cada vez que salgas a pavonearte con este nuevo chico que realmente te gusta va a ser como caminar de noche en un cementerio indio embrujado lleno de zombies y vampiros. Tooooooooooooooodos tus "fantasmitas" van a aparecer y, Chica Pacman, ten cuidado porque no siempre vas a encontrar una fruta salvadora en el camino y los fantasmitas van a terminar acorrolandote.

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