Hoy soy más egoísta que nunca. Hoy no solo me voy a regocijar en mi
propio sufrimiento. No, eso ya no me basta.
Hoy lo comparto y te hago
cómplice, lector.

jueves, 16 de septiembre de 2010

DIETA Día 1

Mala, mala, muy mala idea.
Nunca, en toda mi vida se me ocurrió hacer dieta. Nunca tuve problemas con mi peso, es más, hoy mismo no lo tengo... si de repente un jean no me entraba, compraba otro. Y si uno viejo me volvía a entrar lo volvía a incluir en mi guardaropas.

¿Cual es el problema entonces?
El día en que te paras frente a un espejo de un vestidor mientras tratas de elegir una remera para ponerte el sábado... y te preguntas ¿cómo haces para pararte desnuda en frente de otro ser humano? Está ahí, es panza... no es pancita, es PANZA con todas las letras, es rollo... es algo muy poco atractivo. ¡Hasta el veterinario me dijo que mi gata estaba obesa! Y todos sabemos que las mascotas se parecen a sus dueños.

¿Cómo me hice esto? No puedo pensar en otra pregunta más adecuada. "¡La Reina del hielo se volvió un maldito Perito Moreno!".

Hoy debió ser el día uno de bajarle a los postres: me termine levantando después del mediodía... no pude hacerlo antes, simplemente no pude. Almorcé un huevo en canasta que desbordaba en grasa, con una ensalada de lechuga y tomate -mas queso, mayonesa y aceite-. Salí a pasear y me tentó un Sunday de frutilla, seguido de una Mcnifica con coca... y todavía no había llegado a casa. En casa no cene. No pude, me sentí mal... esto ni siquiera es descontrol es gula. Lo hago porque puedo y si sigo quemando etapas de mi vida en esta crisis de "No se a donde voy y me doy todos os gustos porque estoy deprimida", voy a llegar muy gorda a final del túnel.

No hay comentarios: